Llega el verano y quien más y quien menos prepara sus maletas para poder escaparse al mar. La costa nos recibe con los brazos abiertos, para regalarnos las mejores experiencias en familia. Sea cual sea nuestra pretensión, el mar cumple todos nuestros deseos; disfrutar de los mejores deportes acuáticos o bien tumbarnos sobre la arena para encontrar ese relax tan deseado. Pequeños y mayores encuentran su diversión, y quizás por ello son tantas las familias al completo que se van en su búsqueda con los primeros rayos de sol.
No obstante, el mar no solo nos ofrece diversión. Sus aguas marinas tienen un sinfín de beneficios para nuestra salud que harán que nuestro organismo también lo disfrute. Aunque no es conocido por todos, mientras nos damos uno de esos chapuzones reconfortantes estamos ayudando a nuestro organismo a mejorar su estado y a combatir diferentes problemas inflamatorios y de otra índole.
Prueba de ello son las terapias que se realizan con agua marina. Y es que nuestro cuerpo tiene una gran cantidad de similitudes con el mar. No solo se compone de agua, sino, además, encontramos elementos comunes en nuestro organismo y en las aguas marinas. Es por ello que, al entrar en contacto, forman una simbiosis muy favorecedora capaz de mejorar ciertos problemas médicos y de rejuvenecer nuestra piel.
Los beneficios del agua marina
Antibacteriano y antiséptico
El agua marina tiene propiedades antibacterianas y antisépticas, lo que resulta muy beneficioso en organismos que cuenten con infecciones, pues ayuda a combatirlas. Además, mejora el estado de las heridas y ayuda a cicatrizarlas, por lo que supone una mejora bastante importante del estado de nuestra piel.
Relajante
Todos hemos experimentando la sensación tan reconfortante de flotar sobre el mar y dejarnos llevar a través de su vaivén. La relajación que nos ofrece puede mejorar tensiones en músculos y preocupaciones mentales y devolvernos la serenidad perdida. Además, el efecto que produce en los músculos ayuda a muchos procesos de rehabilitación postoperatorios.
Alivia dolores
Aquellas personas que sufren de artrosis y artritis pueden experimentar una gran mejoría de sus dolores en articulaciones gracias al agua salada. Además, andar con las piernas bajo el mar supone una buena manera de ejercitar nuestros músculos.
Mejora problemas respiratorios
Catarros y otros problemas respiratorios tienen los días contados gracias al agua marina. Su concentración en yodo hace que mejoren estos procesos respiratorios, gracias a la limpieza que realiza en los orificios de nariz y oído. Por ello mismo, también mejora la función auditiva.
Mejora la circulación sanguínea
Pasear por el mar produce un mayor movimiento de nuestros miembros inferiores. Como consecuencia, mejorará la circulación sanguínea de todo el cuerpo. Esto es importante en caso de sufrir problemas relacionados con una mala circulación, como dolores, sensación de adormecimiento de algunos músculos y/o de hormigueo.
El agua marina es un buen exfoliante para la piel
Lo que mejorará el estado dermatológico de nuestra piel de manera rápida y efectiva. En casos de acné, el agua marina ayuda a combatir infecciones presentes en nuestros granitos y acelera su proceso de secado y cicatrización. Además, es un potente elemento para casos de psoriasis, así como para exfoliar la piel de las imperfecciones que se acumulan en nuestro día a día. Incluso la piel agrietada de los talones mejorará con un simple paseo por la orilla de la playa.
Beneficios psicológicos
Además de todos estos beneficios físicos, nuestra mente también se beneficia del agua marina. Además de otros muchos beneficios, en este sentido nos ayuda a combatir el estrés, a encontrar el relax necesario para airear nuestros pensamientos, combate el insomnio y mejora el humor.
¿Cómo beneficiarnos del agua marina?
La manera de beneficiarnos de todo ello es muy sencilla y placentera; bañarse en el mar, o simplemente dar paseos sobre la orilla, supone una manera de mantener contacto con esta agua y recoger todo lo positivo que tiene para ofrecernos. El verano es la mejor opción para disfrutar de ello, gracias a la climatología tan agradable que encontramos en las costas. Por ello, planificar unas vacaciones en el mar o acercarnos a la costa, en caso de disponer de ella, es una de las actividades más recomendables para pequeños y mayores.